Soneto sobre el escritor

Soneto
El Escritor

La bestia posee miles de rostros,
pero ni uno solo le pertenece,
una regla de oro que establece
el régimen celestial de los astros.

Sus manos son temblorosas e inquietas
como si fueran arañas en lucha
que escriben siempre de cosas secretas.

las voces que están adentro son de otros
que siempre murmuran y él obedece,
cosa que poco a poco lo enloquece
por culpa de escuchar esos murmuros.

Luce como una borrosa silueta,
rostro convierto por una capucha
hecha de memorias, sueños y metas.

Por Victor M. Garza

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